viernes, 8 de octubre de 2010

"La verdad os hará libres"

Control. Todo se basa en eso. El control en una sociedad desinformada y poco autocrítica es siempre sinónimo de poder. Y en eso consiste la teoría de la conspiración mundial, que es de lo que os quería hablar un poco y de la cual soy un fiel seguidor.

Este mundo es un gran escenario de teatro en el que nosotros no somos más que los actores. Como actores que somos de la obra que es nuestra vida creemos ser directores. Convencidos de ello estamos, de ser los guionistas, los que escriben cada momento, los que tienen el control de ella. De eso se trata. De que lo creamos así.

Pero la realidad es bien distinta a esta. Tras todo el decorado, tras  el telón, tras cada hilo de este teatro, que en realidad es un teatro de títeres, se encuentran los auténticos directores de la obra, los guionistas, los que nos han colocado el decorado ahí y de esa forma. Tal y como ellos lo han deseado.

¿Libre albedrío? Si, por supuesto. Pero dirigido.

Recorremos el mundo convencidos de ser auténticos. Auténticos por ser como somos, distintos entre nosotros, por querer algo, unas zapatillas de una marca concreta, un viaje, un hobby, un instrumento musical... Somos seguidores de un equipo, de un programa de telebasura, de un programa enriquecedor, de un escritor, de un modo de vida. Somos ricos, pobres, guapos, feos, judíos, musulmanes, cristianos, ateos... Cuando realmente toda esa mierda en la que creemos, compramos, amamos... no es más que una forma de tenernos controlados, encasillados y, ante todo, despreocupados de lo que se cuece arriba tras el telón. Que a fin de cuentas no es más que las ambiciones de los tres o cuatro dueños del mundo.

Eso les basta. Que no demos la tabarra para ellos continuar con su expansión de poder, con el control. No es siquiera hacerse millonarios a nuestra costa. No les interesa. Pues la riqueza viene a continuación como consecuencia del control sobre nosotros. Mientras ellos nos tengan preocupados en otras guerras, paces, carreras, manifestaciones, discursos políticos...

Incluso creerse todo esto que estoy diciendo a pies juntillas es otra forma de tenernos bajo control. Solo darnos cuenta en masa y actuar todos a una diciendo basta serviría para liberarnos.

Dicho todo esto aconsejo enormemente que veais (o volvais a ver) la película "The Matrix". Especialmente la primera y la tercera. Pero que esta vez no os quedeis con la interpretación o los efectos especiales. Que vayais mas allá. Al trasfondo de la película.

Sólo me queda acabar como empecé (aunque no me guste ir haciendo apología del cristianismo) con una frase cristiana, pero cierta le pese a quien le pese: La verdad os hará libres.

(Murcia)

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